¿Qué es realmente importante en la vida? Si hacemos caso a la canción, nos dirá que “salud, dinero y amor” y la verdad es que razón no le falta. Sin embargo, nosotros creemos que la clave está en disfrutar de cada momento que vivimos y en practicar la gratitud.
Piénsalo bien, ¿a que seguro que hay muchas cosas por las que sentirte agradecido?
No tienen por qué ser cosas materiales, sino más bien cosas cotidianas que das por hecho y a las que muchas veces no les das el valor necesario. Un ejemplo puede ser el tener salud y encontrarte bien (y que la tengan tus seres queridos), el poder disfrutar de un rato tranquilo con tu pareja o el salir el fin de semana a dar un paseo por la montaña con los amigos. Y hay muchas más, ¡la lista puede ser infinita!
Otras cosas por las que sentirte agradecido o agradecida es por tener unos buenos hábitos de vida. No solo te harán sentirte mejor, sino que beneficiarán a todo tu entorno, sobre todo si tienes niños pequeños cerca. Una buena alimentación, preparar platos saludables, incluir mucha fruta y verdura en tu dieta, descansar bien, practicar algún deporte… ¡tu cuerpo lo va a agradecer! También el disfrutar de momentos de relax, desde tomar un café con ese amigo que hace mucho que no ves a las risas con el grupo de colegas de cañas el fin de semana.
El contacto con la naturaleza, el poder pasear cerca del mar o escaparte a la montaña es otra cosa por la que sentirte agradecido. O el tener una mascota que cuando llegas a casa te reciba con alegría porque te ha echado de menos y quiere jugar contigo. O esa puesta de sol tan bonita que se ve desde tu ventana. O ese primer trago a una cerveza bien fresquita un día de mucho calor. O compartir una bandeja de fresones bien jugosos con tu pareja, con tus amigos en la playa, o comértelos todos tú solo mientras disfrutas del solecito en tu cocina.
¿Y qué tal dar gracias por el tiempo pasado jugando con tus hijos o tus sobrinos? ¿o charlando con tu abuela mientras cocinaba y te contaba alguna batallita? A veces lo damos por hecho y no somos conscientes de que esas personas no van a estar ahí siempre. ¿Por qué no invertir nuestro tiempo en hacer cosas que nos llenan? Esas cosas que una vez que las hemos hecho nos dejan con esa sensación de satisfacción y energía.
Nuestra recomendación es que disfrutes el momento, que vivas en el presente y que cuides con cariño esos pequeños detalles que son los que marcan la diferencia.
Y si es con unos frutos rojos o unos fresones cerquita, ¡mucho mejor!