“Me duele la espalda”, “uy qué dolor”, “tengo cargadas las cervicales”, “tengo lumbago”… expresiones como estas son muy frecuentes hoy en día, y sin embargo, quitando patologías o problemas graves, la mayoría de estos problemas se pueden evitar con una buena higiene postural.
¿Qué es la higiene postural?
La higiene postural no es, ni más ni menos que una correcta postura de nuestra espalda (y concretamente de la columna vertebral) a lo largo del día. Cuando pasamos muchas horas sentados o en la misma postura, tendemos a relajarnos y a adoptar posturas que en un principio pueden parecer muy cómodas pero que en realidad, están forzando nuestra espalda.
¿No te ha pasado nunca que te has quedado dormido con una postura extraña y te has despertado con el cuello dolorido? Pues en la espalda el funcionamiento es igual: si forzamos a nuestra espalda con determinadas posturas, nuestro cuerpo se va a resentir y a la larga, puede derivar en problemas más graves. Sin embargo, es algo que tiene fácil solución: basta con acostumbrarnos a tener una correcta higiene postural a lo largo del día. En Fresón de Palos sabemos de lo que hablamos, porque tanto nuestro trabajo en los campos como en oficinas o logística implican a veces movimientos o posturas muy repetitivas, por eso vamos a darte algunos consejos para que mejores tu higiene postural.
Consejos para cuidar la salud de nuestra espalda
Al caminar, mantén la espalda recta (no vayas encorvado hacia adelante) y la cabeza y la mirada siempre al frente.
En el trabajo es fundamental hacer descansos aproximadamente cada hora, cambiando de postura y estirando bien la espalda. También puedes hacer pequeños estiramientos de cuello, cadera u hombros, lo importante es que los músculos que estuvieras usando se estiren y no queden forzados.
Si pasas muchas horas al día sentado (por ejemplo, delante de un ordenador), es importante tener una silla ergonómica que te permita una postura cómoda y a una altura adecuada. El trasero debe quedar pegado al respaldo de la silla, y evita siempre cruzar las piernas para favorecer una buena circulación de retorno. Lo ideal es que estén en un ángulo de 90 grados.
Si vas a cargar peso, flexiona siempre las piernas y repártelo de forma proporcional. Si además, llevas bolso o mochila, procura que sea un modelo cómodo y que reparta el peso entre los dos hombros (o cámbiatelo de lado, para no forzar siempre el mismo).
¿Pasas mucho tiempo de pie? además de un zapato cómodo, intenta no encorvar la espalda y hacer estiramientos cada poco.
Hay algunos factores que no favorecen nada la salud de nuestra espalda, como el sobrepeso, el sedentarismo o actividades que impliquen una carga excesiva de peso.
Nuestra recomendación es que intentes moverte todo lo que puedas, realizando actividades físicas y alimentándote de forma correcta. Incluye en tu dieta alimentos como los frutos rojos, que por su alto valor nutricional y su bajo contenido en grasas y azúcares favorecen la pérdida de peso. ¡la salud de tu espalda te lo agradecerá!