Llega el buen tiempo… y con él las altas temperaturas. Después de los meses fríos del invierno y de una primavera o entretiempo casi fugaz, los días de calor sofocante empiezan a ser cada vez más frecuentes. ¿Cómo hacerlos más llevaderos? La clave está en una alimentación adecuada y una buena hidratación durante el verano. Te compartimos algunos consejos para que los pongas en práctica con el calor.
Mantenerse hidratado es fundamental. Bebe mucha agua, aunque no tengas sed. Y si te apetece otra cosa, prueba con horchata, zumos, limonada o agua con gas. Mejor si están fresquitos y recuerda: siempre sin alcohol. Si tienes peques en casa, no te olvides que es muy importante que ellos también estén hidratados, por lo que ofréceles con frecuencia agua para que puedan beber.
Si eres de salir a tomar unas cañas o a quedar con los amigos, la cerveza sin alcohol es otra opción muy buena. O un té bien frío con una rodaja de limón y mucho hielo. Lo importante es que tu cuerpo se mantenga hidratado.
Otra posibilidad muy interesante, aunque debes controlar un poco su consumo por la alta cantidad de azúcar que tienen, son los helados: en tarrina, cucurucho, paletas, granizados… estamos en plena temporada, ¡y no hay nada más refrescante en una calurosa tarde que un buen helado fresquito! Si eres de pedirte helados con frecuencia, te recomendamos que experimentes con las opciones sin azúcar, los de café descafeinado o los sorbetes. O incluso, ¡que te animes a hacer los helados tú mismo en casa con fruta madura!
¿Qué otras recomendaciones te pueden ser útiles? Una buena hidratación también está muy relacionada con lo que comes, así que aprovecha para preparar platos frescos como ensaladas, cremas frías, gazpachos… e incluir en tu día a día mucha fruta y verdura. Aquí las frutas de temporada como las sandías, melones, albaricoques, melocotones y fresquillas… son perfectas para combatir las altas temperaturas. ¡Y no dejes de consumir frutos rojos y fresones, porque te aportan la hidratación y los nutrientes que tu cuerpo necesita! En otra ocasión ya te hemos hablado de que los frutos rojos y las fresas son unos alimentos con muchos antioxidantes, antiinflamatorios, probióticos y fuente de vitaminas y minerales, por lo que incluirlos en tu dieta de manera habitual te va a aportar grandes beneficios.
Otra forma de comer frutos rojos
Puedes comerlos solos, en batido o smoothie mezclados con leche o tu bebida vegetal favorita. Ahora que hace calor, tomarlos congelados puede ser una opción. También puedes hacer helados con ellos, o incluso añadirlos a tus ensaladas o gazpachos. ¡Te van a encantar!
¿Nuestra recomendación? Prueba a añadir fresas o fresones al tradicional gazpacho, ¡ya verás qué toque tan diferente y veraniego le da! También puedes añadirlos a una ensalada junto con alguna proteína vegetal como garbanzos o lentejas y aliñarla con una vinagreta. O simplemente, comerlos como postre con un poco de yogurt o kéfir. ¡Están deliciosos! Estas son algunas de nuestras sugerencias, pero las variaciones pueden ser infinitas, ¡anímate a probarlos!
Igual de importante que descansar y dormir bien o saber gestionar el estrés, también es clave para tu cuerpo saber adaptarse a este calor. Por eso, te compartimos otros consejos para combatir las altas temperaturas: si practicas deporte en el exterior, mejor que sea bien temprano o a última hora del día. Busca la sombra, ¡evita salir a la calle en las horas centrales del día, cuando el sol da más fuerte! y si lo haces, que sea con sombrero, gafas de sol y protección solar. También acostúmbrate a bajar las persianas de casa durante esas horas en que hace más calor, porque el mantener las habitaciones en penumbra hace que la temperatura general sea más baja, y aprovecha cuando baje el sol para abrir bien las ventanas para que ventile y corra el aire más fresco. Y por último, si vas a la playa, aparte de una botella de agua, ¡llévate algo de fruta para refrescarte y mantenerte hidratado!