Como sabéis, estamos próximos al día de San Valentín, y aprovechando que entramos de lleno en plena temporada de fresas, hoy os dejamos una idea original para sorprender a vuestra pareja.
La fresa es por excelencia reconocida como la fruta de la pasión y el romanticismo. Por su sabor, su color rojo y su agradable olor, ha sido siempre relacionada con el amor y la belleza, integrándola de lleno en todo lo que concierne al cortejo y al enamoramiento. De hecho, según historias proveniente de la antigua Roma, esta sabrosa fruta proviene de las mismísimas lágrimas de Venus, la diosa del amor.
Del mismo modo que la fresa, las rosas son otro elemento icónico del romanticismo, y es que casualmente provienen ambas de la misma familia (botánicamente hablando). Dos magníficas creaciones para complementarse en el arte del amor.
Por ello te proponemos hoy una original idea que combina a ambos elementos y seguro despertará el sentimiento de la persona con quien la compartas, el “Ramo de Fresón de Palos”. Será tan colorido y olerá tan bien como un ramo de rosas, pero a diferencia del ramo de rosas, éste se lo podréis comer.
¿Qué necesitarás?
– Doce brochetas.
– Un cuchillo afilado.
– Una base de corcho.
– Un lazo.
– Una docena de fresones de palos.
¿Cómo lo preparamos?
En primer lugar ensartaremos la fresa en la parte superior de la brocheta, simulando la forma de una rosa, quedando la brocheta a modo de tallo. Con el cuchillo, realizamos cuatro cortes en los laterales de la parte inferior de la fruta. Debemos procurar que los cortes tengan cierta inclinación hacia dentro, y una vez hecho el corte, abrir la carne del fresón ligeramente hacia fuera, creando de este modo los pétalos.
Una vez preparada la base de la flor, realizamos unos tres o cuatro cortes más arriba, sobre la mitad y la punta de la fresa. Procura que los nuevos cortes caigan aproximadamente entre dos de los que están debajo y no encima, para que al abrir los pétalos no coincidan.
Por último, haremos un corte en la punta de la fresa y la dividiremos ligeramente en dos mitades. Con ello tendremos hecha la primera fresa. Cuando vayas a juntarlas todas y realizar el ramo, podrías dejar dos o tres fresones sin tallar, simulando aquellos capullos que aún no han florecido.
Para elaborar el ramo, lo ideal es clavar las brochetas en una base de corcho para que queden bien sujetas y rodearlas con un lazo, ya que recuerda que al ser fruta no nos interesa que pueda caerse ni que la “flor” tenga mucho contacto con nada, por lo que rodearla con algún papel como un verdadero ramo de rosas sería lo ideal.
Otra idea es servirlo como postre, y colocar las brochetas en un plato o tabla directamente.