El crujiente de arándanos es un clásico americano. Combina los deliciosos arándanos con una crujiente masa, y servido con un poco de helado de vainilla, impresionarás a cualquiera.
Preparación
En un bol preparamos la masa: mezclamos el azúcar, la harina, la sal, la levadura y la ralladura de limón. Una vez incorporado, añadimos el huevo y la mantequilla muy fría cortada en cubitos (es importante que esté muy fría, ya que no queremos que se derrita), y lo mezclamos hasta que quede una masa de consistencia de arena húmeda. No tiene que quedar perfecta, si tiene pedacitos mejor.
Extendemos la mitad en el molde que usaremos y la otra mitad la guardamos en la nevera.
En un cuenco aparte preparamos el relleno: mezclamos el azúcar, la maicena y una pizca de canela (la canela y el limón potencian el sabor de los arándanos). A continuación añadimos los arándanos y el jugo de limón, y lo mezclamos todo con cuidado para que los arándanos no se rompan demasiado.
Precalentamos el horno a 190º.
Extendemos el relleno por encima de la masa que tenemos en el molde y cubrimos con la otra mitad que estaba enfriando en la nevera.
Lo metemos en el horno hasta que dore, que serán unos 20 minutos. Para servir, acompañar un pedazo del crujiente de arándanos con helado de vainilla.
